Discurso de graduación: La escuela puede no ser para todos, pero la educación sí lo es.
14 de diciembre del 2024.
Buenos días, promoción de 2024 y estimados invitados,
Es un privilegio y honor hablar con ustedes esta mañana. Esta es mi tercera graduación en este edificio. La primera vez que caminé por este escenario fue en 2013, cuando me gradué de la secundaria. Ese día me obsesioné con el concepto de graduación. Eso es lo que me mantuvo motivado durante mis estudios universitarios en Drake para graduarme con mi licenciatura en 2017 y aquí estoy nuevamente, en otra graduación de Drake, y probablemente la última, obteniendo mi Maestría en Administración de Empresas exactamente en el mismo edificio en el que lo hice hace casi 11 años despues.
Entonces, ¿por qué amo tanto las graduaciones?
Creo que las graduaciones son uno de los pocos eventos en los que vemos a los adultos convertirse nuevamente en niños. Piénselo, caminamos nerviosamente a una sala llena de gente, miramos a nuestro alrededor y encontramos a nuestros seres queridos entre la multitud. La mayoría de veces nunca estan sentados al lado a donde dijeron que estaban. Cuando vemos una cara familiar, nos iluminamos como un niño que encuentro a sus padres después de perderse en una tienda. Los aplausos y gritos se sienten como un cálido abrazo. Estamos abrumados de alegría al ver a cada persona que vino a celebrar con nosotros.
Si hay padres presentes, les puedo garantizar que cuando vean a su graduado en el escenario, ellos recordaran al niño pequeño que dejaron en la escuela por primera vez hace un par de décadas.
Esta es una ocasión muy íntima, porque sólo nosotros sabemos lo que tuvimos que hacer para llegar hasta aquí.
Sólo nosotros sabemos el sacrificio y la fuerza mental que tuvimos que construir para seguir adelante.
Y todas las veces pensamos en darnos por vencidos.
Las luchas financieras que soportamos.
Y sólo nosotros sabemos quién nos ayudó en el camino.
Hoy es el día con el que hemos estado soñando desde la primera vez que comenzamos nuestros estudios.
Cada uno de nosotros somos un testimonio de que podemos hacer cosas difíciles y podemos hacerlas bien.
Sólo en esta sala tenemos abogados, médicos, farmacéuticos, líderes de organizaciones sin fines de lucro, líderes empresariales, trabajadores de la salud, educadores y artistas.
Mirandolos hoy es por qué me cuesta aceptar la idea de que la escuela no es para todos. Por supuesto, la escuela no es fácil para todos nosotros y no fue echa con las capacidades de aprendizaje únicas de cada uno, pero la educación es universal.
La escuela simplemente formaliza la enseñanza, mientras que la educación es el conocimiento que vinimos a buscar aquí.
El conocimiento para comprender el mundo que nos rodea.
En teoría, la escuela no fue construida para muchos de nosotros. Algunos de nosotros tal vez seamos estudiantes de primera generación, tal vez venimos de medios modestos, tal vez se nos considere estudiantes no tradicionales, podríamos ser muy diferentes, pero todos teníamos el deseo de lograr una educación lo que fue más fuerte que todas barreras en el camino.
Un ejemplo perfecto de esta noción son los graduados que comenzaron su trayectoria universitaria mientras el mundo enfrentaba una pandemia global. Rendirse era una opción porque la escuela cambió de la noche a la mañana, pero se adaptaron y continuaron. Nuestro mundo será un lugar mejor gracias a la resiliencia de este generación.
Entonces, sí, tal vez la escuela no era para muchos de nosotros, pero la educación siempre lo fue.
La educación puede cambiar la trayectoria de todo su linaje familiar.
Es por eso que yo, una inmigrante de El Salvador, que creció con recursos limitados y cuyo primer idioma no es el inglés, hoy puedo transmitir este mensaje.
Mis padres solían decir que la educación es la herencia más valiosa que cualquier padre puede dejarle a sus hijos. Es lo único que nadie te puede quitar. Es la riqueza que todos nos llevamos hoy.
Graduaciones como la nuestra me recuerdan que un mundo en el que la educación puede ser accesible para todos, independientemente de su edad, ingresos, estatus legal, edad, discapacidad de aprendizaje y obligaciones familiares.
Entonces, para cualquiera que esté sentado hoy en las gradas, sin importar la edad que tenga, si alguna vez se ha preguntado si podría obtener un título universitario, permítame decirle que es posible y que hay una versión futura de usted que ya lo logro. Así como hubo una versión nuestra que llegó a hacer realidad el día de hoy.
Y a nuestros seres queridos, ¡gracias!
Gracias por todo su amor y apoyo. Este logro fue posible porque representamos lo mejor de ustedes. Este es nuestro logro.
Y para todos los graduados,
Estoy muy orgullosa de ustedes. Que sus logros inspiren a otros y utilicen su educación para crear la vida que merecen y el mundo que puede y debe ser.
Muchas gracias.